Es un escenario en el que los objetos, animales o personas cuentan con codigos de identificación únicos y la capacidad de transferir datos a través de una red, sin necesidad de interacción entre humanos o de humano y computadoras.
IoT ha evolucionado a partir de la convergencia de las tecnologías inalámbricas, sistemas micro-electromecánicos (MEMS) e Internet.
Kevin Ashton, co-fundador y director ejecutivo de la Auto-ID Center del MIT, mencionó por primera vez a la Internet de los objetos en una presentación que hizo a Procter & Gamble.
He aquí cómo Ashton explica el potencial de Internet de las Cosas:
“Hoy las computadoras - y, por lo tanto, Internet - dependen casi totalmente de los seres humanos para obtener información. Casi la totalidad de los aproximadamente 50 petabytes (un petabyte es 1.024 terabytes) de datos disponibles en Internet fueron capturados y creados por los seres humanos escribiendo a máquina, pulsando un botón de grabación, tomar una fotografía digital o escanear un código de barras en primer lugar.”
